Tras la boda nos esperaría un inolvidable viaje de novios en bicicleta por el Danubio, seguido de la alta montaña en Interlaken y en Zell am See. También probamos las ferratas en los Dolomitas italianos... Sin embargo, durante el viaje hasta el punto de partida, Passau, nos esperaban numerosas y gratas sorpresas...
Una de ellas fue Dole, una pequeña y preciosa ciudad de unos 30.000 habitantes en la que pernoctamos la segunda jornada del viaje. Es célebre por ser la cuna de Luis Pasteur, al que, a pesar de ser un estudiante “mediocre” en química, debemos la pasteurización y, por tanto, el poder tomarnos un vaso de leche libre de bichos y podredumbres.
En el camping de Dole, junto a nuestra parcela, aparcaron dos tipos extraños que estaban recorriendo Europa en tractor. Eso te hace pensar que cuando alguien te dice "¡Estáis locos!", es algo relativo: siempre hay margen de mejora.
En el camping de Dole, junto a nuestra parcela, aparcaron dos tipos extraños que estaban recorriendo Europa en tractor. Eso te hace pensar que cuando alguien te dice "¡Estáis locos!", es algo relativo: siempre hay margen de mejora.
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