Ya tenía yo ganas de llevar a esta cuadrilla de "mendigüeveros" a mi tierra, a la Sierra de Gata, a Chuletolandia... La verdad es que no ha hecho falta mucho para convercerlos: son unos benditos y (casi) siempre están dispuestos a (casi) todo.
La idea era pasar el fin de semana en algún lugar del Parque Natural de las Batuecas - Peña de Francia para ascender al pico Peña de Francia (1727) y a La Hastiala (1734), la cima más alta de la sierra.
Como mi mansión de Morasverdes estaba ocupada por la cuadrilla de mi hijo, pillamos un "bungalón" en el camping Las Cavenes de El Cabaco. Llegamos a la hora de comer y tras dar buena cuenta de una original ensalada (a Eduardo se le olvidaron las lechugas en casa) descansamos un rato bajo los robles... ¡Todo un lujo!
A la tarde tocaba un poco de turismo por los pintorescos pueblos de la sierra (sí, "sierra" a secas para los autóctonos): San Martín del Castañar, La Alberca, Mogarraz... Comenzamos en San Martín, que aunque menos conocido (y también menos tuneado) que La Alberca, a mí particularmente me gusta un montón...
A la tarde tocaba un poco de turismo por los pintorescos pueblos de la sierra (sí, "sierra" a secas para los autóctonos): San Martín del Castañar, La Alberca, Mogarraz... Comenzamos en San Martín, que aunque menos conocido (y también menos tuneado) que La Alberca, a mí particularmente me gusta un montón...
La Alberca estaba impracticable y paramos lo justo para decir que habíamos estado... Bueno, y para comprar jalea real y los dichosos caramelos de miel para Carola...
Pues sí, Carola se había apuntado al trekking del sábado y traía con ella a su marido Rober, geólogo especialista en trilobites. Fuimos a recogerlos al camping para ir a cenar a Mogarraz. La idea era hacer durante todo el fin de semana una dieta cárnica rica en proteínas... Para empezar con buen pie, Ángel, el encargado del camping, nos recomendó el restaurante Mirasierra.
Cada vez me gusta más Mogarraz... Para mí es la visita más obligada. Allí, cuando no te encuentras con un amigable y mimoso cerdo, te ves inmerso en festival taurino en la plaza... Aún me siguen llamando la atención los retratos de los moradores en las fachadas de las casas.
A las 10 de la mañana iniciamos el trekking desde el Paso de los Lobos, casi a 1500 m. Desde allí os dirigimos a la Peña de Francia (1710 m.), donde hicimos un poco de turisteo. Desde esta cima descendimos de nuevo al collado y comenzamos a recorrer el cresterío rumbo a La Hastiala.
Tres fueron las razones por las que no llegamos a La Hastiala... En primer lugar, la ruta, bastante complicada, sin sendas y con continuos canchales. En segundo lugar nuestra compañera Lluna, la perra del grupo, poco acostumbrada a andar por terrenos abruptos. Por último, las magistrales clases sobre fósiles, trilobites y derivas continentales paleozoicas a cargo del profesor Roberto, que hicieron las delicias de los miembros del grupo. Estaban abducidos y eran incapaces de dar dos pasos seguidos sin agacharse pen busca del fósil perfecto...
A alguien se le ocurrió que era mejor abandonar y dedicar nuestras fuerzas para llegar a tiempo al restaurante más cercano para hacer honor a nuestra fama de mendigüeveros. El camino de regreso fue duro, sobre todo para Nuria, que llevaba la mochila repleta de pedruscos.
No se puede finalizar este post sin publicar esta imagen de las cortinas de los sanitarios del camping, realizadas con bogallas. Si os interesa la zona, en otros entradas del blog podéis encontrar más opciones:
· Morasverdes - Monsagro - Peña de Francia en bicicleta + info
· Ruta del agua entre Mogarraz y Monforte + info
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