"¡Ya os dije que iba a llover! ¿A quien se le ocurre salir al monte con semejante tiempo? ¡Sufrir, eso es lo que vamos a hacer, sufrir!" Pues eso, que alguien del grupo ha tenido la brillante idea de llevarnos al Parque Natural de Obarenes, ya que "en Burgos siempre hace mejor tiempo".
Salimos de Ametzaga a las 8:30 de la mañana, lloviendo y sin intención de despejar. Llevamos una invitada especial, la hermana Carola, o sea la cuñá de Eduardo. Llegamos a Cubillas de la Sierra, pueblo que tras haber estado varios años despoblado está habitado en la actualidad por media docena de vecinos. Para llegar al pueblo desde Miranda de Ebro, lo mejor es dirigirse a Encío y ascender en coche por la pista que se dirige a Obarenes y Cubillas.
La pista en cuestión, que en la actualidad está asfaltada de manera intermitente, discurre por el antiguo trazado de la vía romana que unía Astorga y Burdeos, denominada Iter XXXIV (Itinerario Antonino A-34, Ab Asturica Burdigalam). Antes de llegar a Cubillas, paramos en el pueblo de Obarenes, para contemplar la portada de una iglesia engullida por la vegetación.
En Cubillas un grupo de unos cinco perros nos está esperando para hacernos un gran recibimiento. A uno de los perros, no más grande que un conejo (y que luego bautizamos como pequeño Nicolás), no le gustó nada que Carola empezara a dar saltitos y se abalanzó hacia su pierna para darle un ligero pellizco en los gemelos. ¡Menudo genio!
Como casi siempre, Eduardo nos guía con su GPS, y, como casi siempre, tomamos el camino equivocado... Enseguida volvemos unos 20 metros sobre nuestros pasos para seguir bien el track. Si al iniciar la ascensión el tiempo no era muy alagüeño, a medida que ganamos altura las cosas se ponen peor: frío, ventisca, niebla y sirimiri.
Algunas amenizan el camino comiendo pipas de girasol crudas y haciendo imitaciones de conejitas. Otros, bueno, Jordi y Eduardo, cantan algunos de sus últimos éxitos: "es una lata el trabajar" o el pegadizo "yo te quiero a ti mi amoorrr".
Txelo no habla... No se fía mucho del GPS y prefiere estar concentrada buscando hitos. Al llegar al cruce para desviarnos hacia el pico Flor, viendo que no era primavera, decidimos por unanimidad pasar del tema y continuar directamente hacia el Humión. Hace frío y estamos bastante mojados, pero saber que en Frías nos esperan unos buenos huevos fritos (y algo más) nos anima a seguir...
Poco podemos decir sobre los paisajes de esta salida, ya que la niebla no nos ha permitido ver prácticamente nada hasta comenzar el descenso. Sin embargo el paraje debe ser impresionante (al menos eso es lo que afirman Nuria y Eduardo, conocedores de estos parajes del Parque Natural) y acordamos repetir la salida cuando Lorenzo tenga a bien iluminarnos.
Ya en la cima del Humión. al lado de la cruz, Jordi y Txelo vuelven a sorprendernos con su termo de café con leche. ¡Qué rico! A este paso van a conseguir ser los presidentes del club... Carolina, aunque está muerta de frío, decide hacer el obligado casting para entrar en Aramendi, para lo que eligió el tema "desfile de moda de montaña". Creo que con las risas que hicimos podemos dar la prueba por superada.
Para seguir con las risas también hicimos algún que otro selfie "morritos mandarinos". Después, desde la cruz del Humión nos dirigimos por el collado hacia el Talos Somos, otra pequeña cima cercana. Por último, antes de iniciar el descenso nos desviamos para visitar la denominada Virgen Negra... Desde el Talos Somos comenzamos a descender por un hayedo, con la idea de completar una bonita circular.
En el camino encontramos lo que, a juicio de las "recolectoras", podía ser una especie vegetal no clasificada procedente del hiperespacio...
Tras tres horas de caminata, un cafetito en el "Centro cultural Pico Umión" (ahora sin hache) de Cubillas y un más que merecido almuerzo en el "bar Ortíz" de Frías.
Salimos de Ametzaga a las 8:30 de la mañana, lloviendo y sin intención de despejar. Llevamos una invitada especial, la hermana Carola, o sea la cuñá de Eduardo. Llegamos a Cubillas de la Sierra, pueblo que tras haber estado varios años despoblado está habitado en la actualidad por media docena de vecinos. Para llegar al pueblo desde Miranda de Ebro, lo mejor es dirigirse a Encío y ascender en coche por la pista que se dirige a Obarenes y Cubillas.
La pista en cuestión, que en la actualidad está asfaltada de manera intermitente, discurre por el antiguo trazado de la vía romana que unía Astorga y Burdeos, denominada Iter XXXIV (Itinerario Antonino A-34, Ab Asturica Burdigalam). Antes de llegar a Cubillas, paramos en el pueblo de Obarenes, para contemplar la portada de una iglesia engullida por la vegetación.
En Cubillas un grupo de unos cinco perros nos está esperando para hacernos un gran recibimiento. A uno de los perros, no más grande que un conejo (y que luego bautizamos como pequeño Nicolás), no le gustó nada que Carola empezara a dar saltitos y se abalanzó hacia su pierna para darle un ligero pellizco en los gemelos. ¡Menudo genio!
Como casi siempre, Eduardo nos guía con su GPS, y, como casi siempre, tomamos el camino equivocado... Enseguida volvemos unos 20 metros sobre nuestros pasos para seguir bien el track. Si al iniciar la ascensión el tiempo no era muy alagüeño, a medida que ganamos altura las cosas se ponen peor: frío, ventisca, niebla y sirimiri.
Algunas amenizan el camino comiendo pipas de girasol crudas y haciendo imitaciones de conejitas. Otros, bueno, Jordi y Eduardo, cantan algunos de sus últimos éxitos: "es una lata el trabajar" o el pegadizo "yo te quiero a ti mi amoorrr".
Txelo no habla... No se fía mucho del GPS y prefiere estar concentrada buscando hitos. Al llegar al cruce para desviarnos hacia el pico Flor, viendo que no era primavera, decidimos por unanimidad pasar del tema y continuar directamente hacia el Humión. Hace frío y estamos bastante mojados, pero saber que en Frías nos esperan unos buenos huevos fritos (y algo más) nos anima a seguir...
Poco podemos decir sobre los paisajes de esta salida, ya que la niebla no nos ha permitido ver prácticamente nada hasta comenzar el descenso. Sin embargo el paraje debe ser impresionante (al menos eso es lo que afirman Nuria y Eduardo, conocedores de estos parajes del Parque Natural) y acordamos repetir la salida cuando Lorenzo tenga a bien iluminarnos.
Ya en la cima del Humión. al lado de la cruz, Jordi y Txelo vuelven a sorprendernos con su termo de café con leche. ¡Qué rico! A este paso van a conseguir ser los presidentes del club... Carolina, aunque está muerta de frío, decide hacer el obligado casting para entrar en Aramendi, para lo que eligió el tema "desfile de moda de montaña". Creo que con las risas que hicimos podemos dar la prueba por superada.
Para seguir con las risas también hicimos algún que otro selfie "morritos mandarinos". Después, desde la cruz del Humión nos dirigimos por el collado hacia el Talos Somos, otra pequeña cima cercana. Por último, antes de iniciar el descenso nos desviamos para visitar la denominada Virgen Negra... Desde el Talos Somos comenzamos a descender por un hayedo, con la idea de completar una bonita circular.
En el camino encontramos lo que, a juicio de las "recolectoras", podía ser una especie vegetal no clasificada procedente del hiperespacio...
Tras tres horas de caminata, un cafetito en el "Centro cultural Pico Umión" (ahora sin hache) de Cubillas y un más que merecido almuerzo en el "bar Ortíz" de Frías.
ver fotos descargar track |