martes, 7 de septiembre de 2010

Dolomiti d´Ampezzo

Desde Zell am See nos dirigimos a Cortina d’Ampezzo, centro neurálgico de los Dolomitas. Allí pasaríamos unos días conociendo la zona y disfrutando en algunas de las numerosas vías ferrata de la zona. 
Sin duda, una de las escapadas obligadas en los Dolomitas es el recorrido por la zona de las Tres Cimas de Lavaredo, tres torres espectaculares con algunas de sus caras totalmente planas… 
Tre Cime di Lavaredo
De las distintas rutas que se pueden elegir, nosotros optamos por el recorrido hacia la cima del Paterno, un monte situado en frente de las Tres Cimas a donde se sube por caminos equipados, por lo que es muy recomendable llevar el  kit de seguridad para vía ferrataSe trata de una ruta circular que partiendo de los refugios Auronzo y Lavaredo (a los que nos acercamos tras dejar el coche en el aparcamiento), se dirige a lo alto del monte Paterno (2744), para descender al refugio Locatelli y, desde allí, nuevamente al aparcamiento.  He de reconocer que en algún momento me temblaron las piernas, ya que en la primera parte del recorrido había algún hueco sin la equipación que yo hubiera deseado.
El camino de descenso atraviesa un conjunto de galerías excavadas durante la Primera Guerra Mundial... Si os animáis, no olvidéis el frontal .
Después de esta aventura, nada mejor que un relajante descanso en uno de los hotelitos de lujo de San Cassiano. No es que seamos habituales de estos lugares, pero aún no habíamos consumido el segundo regalo (lo que significa que hubo un primer regalo) de nuestros compañeros y compañeras del currelo: una estancia en un Relaix & Chateaux,  ¡y no era cuestión de desperdiciar la ocasión.


lunes, 6 de septiembre de 2010

Zell am See y el Grobglockner

Tras la aventura en bicicleta en el Danubio, llegó el turno de los Alpes Austriacos. La base de operaciones elegida fue Zell am See, un bonito pueblo a orillas de un lago. Tanto el pueblo como el lago estaban totalmente tomado por kuwaitíes, algo increíble.
Desde Zell am See nos dirigimos al Grobglockner a través de una carretera de pago. Tras ascender un impresionante puerto (de esos que en el Giro o en el Tour están fuera de categoría), llegamos a un aparcamiento donde podemos apreciar un extraordinario montaje turístico. En primer lugar podemos adentrarnos en el túnel que enlaza con el camino del refugio (punto de partida para atacar el Grobglockner, techo de Austria) y perder la noción del tiempo contemplando el espectacular glaciar desde el mirador. En segundo lugar, podemos descender a la lengua del glaciar (¡cuidado con las grietas!) y comprobar la disminución que ha experimentado la capa de hielo en los últimos veinte años. Por último, si no nos apetece caminar mucho, podemos apalancarnos en el restaurante, comprar swarovskis o jugar con las marmotas.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Donauradweb von Passau bis Bratislava

Donauradweb von Passau bis Bratislava, o lo que es lo mismo, en bicicleta por el Danubio... La verdad es que ha sido un viaje espectacular. Nunca hubiera pensado que pedalear durante una semana siguiendo el curso de un río lleno de cisnes (y alguna que otra rana, me imagino) fuera tan gratificante.


Comenzamos la aventura en Passau, ciudad en la Baja Baviera fronteriza con Austria. Passau es conocida como la ciudad de los tres ríos, puesto que en ella confluyen el Eno, cuyas aguas vienen de los Alpes y son de color verde, el Danubio, de agua azul, y el Ilz, cuya agua proveniente de una zona pantanosa es negra. En el lugar en que los ríos confluyen, la diferencia de color de los mismos se hace más notable y resulta incluso curiosa.


Llegamos al camping sobre las 14 horas. Allí, tras montar la tienda, reponer fuerzas (a base de lomo salmantino) y echar una merecida siesta, negociamos con la dueña la posibilidad de dejar allí mismo el coche durante los días que durase nuestra aventura...


Nuestro primer destino fue Aschach porque ¿quién podía resistirse a pasar la noche en un idílico camping con impresionante colchón de hierba rodeado de cisnes y con un buen "Gasthof" (que es como por esas latitudes denominan a bares y restaurantes) al lado? 


Íbamos provistos de mapas topográficos y de carreteras, receptor GPS, etc., pero tranquis, os aseguro que no hay posibilidad de perderse... Basta con seguir el camino, casi siempre asfaltado y sembrado de hoteles, pensiones, restaurantes, fruterías, tiendas de repuestos, etc. 


Aunque no es necesario, nosotros llevábamos una tienda de campaña porque nos gusta mucho más montar el chiringuito en cinco minutos y estar a nuestro aire (libre) que encerrarnos en un hotel y tener que cumplir con los protocolos del check in y del check out (que es como ahora se llama eso de entrar y pagar antes de salir).


Durante el recorrido es frecuente pasar de un lado al otro del río. Para ello debemos dirigirnos a los embarcaderos y pillar una barcaza. Ver cómo los barqueros colocan las "burras" y a los ciclistas en una pequeña plataforma flotante es todo un espectáculo.


Cada cual circula por la margen que le apetece y se distribuye las etapas como le parece oportuno, de tal forma que no es raro pasar por un pueblo y dejar atrás a cicloturistas (al final llegas a conocer a bastantes "peregrinos") que te habían adelantado en jornadas anteriores. 
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En nuestro caso, las etapas que planteamos fueron las siguientes:
  • Passau-Aschach
  • Aschach-Linz-Mauthausen-Melk
  • Melk-Spitz-Naarn
  • Naarn-Willendorf-Tulln
  • Tulln-Wien
  • Wien-Bratislava
El camino es apto para todo tipo de personas (al menos hasta Bratislava), independientemente de la edad y de la forma física en que se encuentre, por lo que no es difícil cruzarse con familias extensas completas, con abuelos, nietos y mascotas incluidas. Se puede ir en plan "aventura a lo que salga" o llevar más atado el viaje... La verdad es que información no falta.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Interlaken y el Jungfraujoch

Desde Dole nos dirigimos a Interlaken (Suiza), donde pasaríamos unos días en el camping de nuestra amiga Heidi. Heidi hablaba un correcto castellano. ¡Todo un chollo por esas latitudes!


Fue la propietaria de este bonito camping la que nos animó a viajar en el Jungfraujoch, el tren cremallera más alto de Europa que nos llevaría a la base del Junhgfrau (4.154) tras cruzar los picos Eiger y Monch a través de túneles excavados hace más de 100 años.


Pero el Jungfraujoch, además de ser el ferrocarril más alto, es también el más caro, por lo que convinimos que este desembolso se convertiría en el primer regalo de boda de nuestros compañer@s de trabajo (lo que evidentemente significa que hubo usegundo regalo).


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Degustar en el Piz Gloria, el restaurante más alto del mundo, el mismo menú que degustó el James Bond en la película “007 al servicio secreto de su majestad” hubiera sido un puntazo, al igual que sobrevolar en helicóptero o en avioneta uno de los glaciares más grandes de Europa… Pero en fin, digamos que no teníamos "tiempo" para todo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

4 años, 3 meses y 18 días

4 años, 3 meses y 18 días fue lo que tardamos en casarnos... Fue un día extraordinario, de los que no se olvidan… Se respiraba un ambiente especial: padres, madres, suegros y suegras, hijos e hijastros, familia extensa, amigos del trabajo, la cuadrilla de salseros… No faltaron experimentados reporteros y paparazzis, aunque el fotógrafo oficial del evento fue Gonzalo Iza, un amiguete y compañero de universidad de Iñaki Pérez, uno de nuestros hijos al que también le ha dado por eso de la fotografía.


Tras la boda nos esperaría un inolvidable viaje de novios en bicicleta por el Danubio, seguido de la alta montaña en Interlaken  y en Zell am See. También probamos las ferratas en los Dolomitas italianos... Sin embargo, durante el viaje hasta el punto de partida, Passau, nos esperaban numerosas y gratas sorpresas...
Una de ellas fue Dole, una pequeña y preciosa ciudad de unos 30.000 habitantes en la que pernoctamos la segunda jornada del viaje. Es célebre por ser la cuna de Luis Pasteur, al que, a pesar de ser un estudiante “mediocre” en química, debemos la pasteurización y, por tanto, el poder tomarnos un vaso de leche libre de bichos y podredumbres. 
En el camping de Dole, junto a nuestra parcela, aparcaron dos tipos extraños que estaban recorriendo Europa en tractor. Eso te hace pensar que cuando alguien te dice "¡Estáis locos!", es algo relativo: siempre hay margen de mejora.